Pasaban
las horas sin que
ocurriera nada interesante mientras patrullaba la ciudad en su moto.
A
casi última hora decidió salir a las afueras, una zona tranquila y
aparcar la moto en un lado para así poder fumarse un cigarro. Y fue
entonces cuando vio un coche circulando a toda velocidad, apago su
cigarro, montó en su moto de gran cilindrada y arrancó tras él.
Una multa más en su cupo, pensó.
Cuando estaba a unos pocos metros
hizo sonar su sirena dando las luces y tras acercarse a la ventanilla
del vehículo descubrió a una preciosa joven rubia, con cara
angelical y un más que sugerente escote.
-Buenas
noches, señorita. ¿Sabe que excedía el límite de velocidad?.- Se
quitó el casco y sin dejar de sonreír, mientras sacaba su bloc de
notas dijo.- Por favor, deme su documentación y la del coche.
-''Mierda,
siempre me tienen que pasar estas cosas a mi'' pensó la joven,
buscó su permiso de conducir en el bolso, y se lo entregó, pero al
ir a buscar el del coche no lo encontró, poco a poco empezó a
palidecer al ver que no lo llevaba encima.
-Señorita,
aquí falta la documentación del coche, el seguro y el permiso de
circulación. Me temo que no podrá irse si no me los entrega para
que los compruebe.- En ese momento pasaban por su mente escenas de
algunas películas en las que el policía paraba a una hermosa
muchacha y aprovechándose de la situación se lo montaba con ella.
Nunca creyó que eso pasara realmente, pero ahora mismo se encontraba
en una situación parecida y ventajosa para él.
El
morbo de esa situación hizo que su polla comenzara a reaccionar
poniéndose dura mientras miraba a la joven intentando concentrarse
en su rostro. Además de tener una cara preciosa tenía unas bonitas
piernas por lo que podía ver desde su posición, ya que llevaba una
faldita corta.
-Agente...No lo tengo aquí, pero ….
El agente sonrió más
ampliamente a la muchacha, - Salga del vehículo .Lo siento señorita,
pero la tengo que registrar. Si no puede demostrar que el coche es
suyo tendré que encerrarla por robo.- ella salió, confusa.- Apoye
las manos en la puerta y separe las piernas.
Empezó
a registrar a la chica, al principio como era normal, pero cuando
llegó al torso y empezó a registrar sobre el pecho, se tomó su
tiempo, acariciándola más que registrándola, apretando sus tetas
que se notaban firmes y grandes bajo la chaqueta. Bajo después sus
manos por los costados de ella lentamente hasta las caderas, le tocó
el culo suavemente y lo apretó con sus manos, también estaba firme
y prieto. Siguió con las piernas y cuando ascendió con las manos
mientras estaba agachado con disimulo rozó el coño de la muchacha.
Aquello hacía rato que dejó de ser un registro para convertirse en
una metida de mano en toda regla. La polla del agente ya formaba un
gran bulto en la entrepierna del uniforme y ahora deseaba tirársela
allí mismo.
Ella
notaba como el agente la manoseaba, ¿acaso se creía que era
estúpida y que no sabía lo que estaba haciendo? Debería de
quejarse y largarse de allí, pero.. la situación le daba un morbo
bestial, y el agente era muy atractivo.
–Sabe
usted que si yo se lo pido tiene que decirme su número de placa ¿no?
pero me conformare con su nombre...- Dijo sin moverse, con una
sonrisa y con la vista al frente.
Él
se puso de pie lentamente recorriendo el cuerpo de ella con sus manos
y luego pego su cuerpo contra el de ella para que notara su duro
paquete en su prieto culito, moviéndose levemente rozándose con
ella. Entonces acercó sus labios al oído de la chica y habló en un
tono muy suave e insinuante.
-Me
llamo José. -Tras estas palabras lamió el cuello y la oreja de la
muchacha mientras sus manos comenzaban a quitarle la chaqueta vaquera
para tocar sus tetas sobre la camiseta.
Ella
cada vez estaba más húmeda y caliente y tras terminar de abrirle
completamente la chaqueta, metió sus manos bajo la camiseta subiendo
por su vientre hasta coger sus pechos con firmeza en las manos y
apretarlos, pellizcando los pezones suavemente por encima del sostén,
mientras se seguía moviendo rozándose con el culo de ella. Estaba
muy caliente y la polla le iba a reventar dentro del pantalón como
siguiera excitándose así. Bajó una de sus manos del pecho de ella
y la metió bajo su falda comenzado a acariciar su mojado sexo,
presionando con los dedos sobre él frotándolo con fuerza mientras
dejaba un mordisco en su cuello. Ella permanecía quieta, con las
piernas separadas disfrutando del contacto.
-No
eres tan inocente como querías hacerme creer. Estas tan cachonda
como yo o más.-Luego apartó la tela y metió un poco los dedos en
el interior su raja para luego llevarlos a la boca para que los
lamiera.-
La
joven sonrió al oír las palabras de José, insinuantemente comenzó
a chuparle los dedos que estaban llenos de los propios fluidos de
ella, movía la cabeza hacia delante y hacia atrás como si estuviera
chupándole la polla, luego se los saco de la boca y los llevo de
nuevo a su coñito que estaba muy caliente
-Mmmm
yo no he intentado parecer inocente...-dijo en baja voz y sonriendo
.- ¿sabes? en el fondo me gusta que no me hayas dejado ir...nos lo
vamos a pasar muy bien..- Tras decir estas palabras se abalanzó
sobre él, enrollando sus lenguas mientras ella liberaba su verga del
pantalón, empezando a masturbarle primero, mientras le miraba con
los ojos muy abiertos, antes de arrodillarse y empezar a lamerla,
saboreándola primero, imprimiéndole más fuerza y velocidad
después.
-Joder
...me
tienes a cien...-Dijo entre jadeos, notando como escalofríos le
recorrían la espalda. La mano de ella tiraba de sus huevos, a la vez
que se metía su rabo casi entero en la boca, chupándolo con ansia,
estaba tan caliente que se llevó la mano hacia su clit, bajo el
tanga para tocarse.
José
gemía de placer ante sus movimientos, sus caricias, era maravillosa,
movía la lengua y se la comía con maestría, le encantaba. Estaba
deseando probar su coñito, seguro que sería dulce y delicioso y
luego meter su dura polla en él. Aquella chiquilla había despertado
en él un deseo irrefrenable.
La
apartó, la colocó sobre el capó del coche y comenzó a juguetear
con su clit, lo lamia y pellizcaba insistentemente, sus manos se
desplazaban por su cuerpo, apretando sus tetas, su culo, separando
sus muslos para enterrar aún más la cabeza entre ellos. Pero estaba
tan delicioso, tan hinchado y húmedo, que se le antojó que ya no
podía más y era el momento de metérsela.
Así
que sin dejar de acariciar su cuerpo, con sus pechos aún en la mano,
se puso de pie mirándola a los ojos. La mano que acariciaba su
coño se deslizo por el interior del muslo y la sujeto por la rodilla
haciendo que levantara la pierna y la separase, para así lentamente
meter su dura polla dentro de la intimidad de ella. La metió muy
despacio, lentamente, mientras y apretaba una de sus tetas con la
mano pellizcando el pezón, hasta que se amoldó y empujó con fuerza
penetrándola hasta el fondo, embistiéndola con fuerza haciendo que
ella llenara el silencio de la noche con sus fuerte gemidos,
siguiendo el movimiento de aquel desconocido que sacaba de ella su
parte más animal, deseaba más mucho más.
Cambió
de postura levantándola del capó, haciendo que ella rodeara su
cintura con sus piernas, quería besarla, las manos de él se
agarraban al culo de ella, tratando de sujetarla mientras la embestía
con fuerza haciéndola vibrar en cada empellón. Estaba gozando de
aquel polvo como no había gozado en mucho tiempo.
Notaba
como el sexo de ella le apretaba el miembro, cada vez que entraba y
salía de ella y de pronto empezó a pensar cómo
sería metérsela por detrás, empezó a meter su dedo corazón en
culo de ella mientras su polla se movía sin cesar dentro y fuera.
Ella se movía junto a José, girando sus caderas hacia delante y
hacia atrás para que este pudiera metérsela más adentro, le
gustaba eso, el morbo de hacerlo en plena calle con un desconocido y
sentirse doblemente penetrada.
- Más, dame más duro...dame...no pares....- ella no alcanzaba a decir más entre jadeos.
José
no sabía si ella querría o no, pero decidió empezar un nuevo
juego. Le dio la vuelta poniéndola de espalda.. no pudo evitarlo y
le dio un pequeño azote, empuñó de nuevo su polla recorriendo su
raja y la colocó en su entrada trasera.. y antes de nada tiró de
su pelo atrayéndola hacia él.. buscando sus boca antes de empezar a
entrar en ella, que no se quejaba ni se quitaba, es más solo gemía
de placer totalmente entregada al deseo.
José
no se creía su suerte ese día y siguió taladrando el culo de
muchacha con fuerza, embistiendo sin parar dándole un gran placer,
haciendo que el clímax se acercara rápidamente.
Ella disfrutaba de
la fuerza que él le daba, con sus pechos rozando el capó de su
coche, doblando sus pezones erizados, subió una pierna apoyándola
en el capó también, facilitando que así el entrara más rápido en
ella… y más profundo.. sentía como la ola del placer la invadía
y le avisó…-“me corroo…”, lo que hizo que José la agarrara
y con sus últimas fuerzas la pistoneó lo más rápido y fuerte que
pudo.. ya que él también llegaba a su orgasmo.. dejando fluir todo
su esperma dentro
de su culito…
- Señorita? Señorita? La documentación del vehículo por favor.- La voz del policía la sacó de su ensoñación….
- Agente...No lo tengo aquí, pero …...- Respondió decepcionada aunque muy caliente ..
- Salga del vehículo, lo siento, pero tengo que regístrala .. – José no pudo reprimir una sonrisa lasciva… quizá ese era el día en el que llevar a cabo su fantasías
Autora: Harimar Resident